Traductor

Un poco de información sobre mi.

Mi nombre es Pedro y actualmente me estoy formando como docente de historia. Elegí esta carrera porque creo firmemente en el valor del conocimiento, en el poder que tiene la historia para enseñarnos no solo de dónde venimos, sino también cómo podemos transformar nuestro presente. Me interesa entender los procesos sociales, las luchas, los errores, las ideas que han marcado el rumbo del mundo, y poder transmitir todo eso de una forma clara, humana y cercana.


Pero más allá de lo académico, también soy una persona que siente intensamente. A lo largo de mi vida he atravesado experiencias personales difíciles, que me han hecho cuestionarme muchas cosas, que me han dolido, y que me han dejado pensando durante noches enteras. He vivido relaciones emocionales intensas, situaciones que me han desbordado, momentos de tristeza profunda y silenciosa, donde lo más duro no fue lo que sucedía afuera, sino lo que pasaba dentro de mí. A veces he sentido que me pierdo, que me entrego tanto a los demás que me olvido de mí. He tenido que llamar cosas por miedo, por inseguridad, por amor, o simplemente por no saber cómo decirlas. Y he aprendido, poco a poco, que eso también forma parte de crecer.


Es por eso que comencé a escribir. Porque a veces las palabras que no se dicen necesitan salir de alguna forma. Porque a través de la escritura puedo organizar lo que siento, expresar lo que no me atrevo a decir en voz alta, y crear historias que, aunque no sean exactamente las mías, llevan algo de mí. Escribo sobre emociones, sobre contradicciones, sobre el dolor que no se ve y la esperanza que aún se mantiene viva, aunque sea en silencio.


También me interesa explorar las emociones humanas a través de personajes y situaciones que surgen de lo que vivo, pienso o he sentido. No escribo por reconocimiento, sino porque necesito hacerlo. Porque escribir es una forma de sobrevivir, de entenderme, de no rendirme. He aprendido que incluso las heridas pueden convertirse en páginas, y que lo que alguna vez me dolió puede servir para que otros se sientan comprendidos.


Mi objetivo es ser un buen docente, una persona que no solo enseñe contenidos, sino que también forme, acompañe, y escuche. Y al mismo tiempo, seguir construyéndome como ser humano. Aprender a poner límites, a cuidar de mí, a hablar cuando algo duele. Me gustaría que todo lo que he vivido, incluso lo más difícil, no haya sido en vano, sino que pueda transformarse en algo útil, ya sea en el aula, en un texto o en una conversación sincera con alguien más.


Nada de soja perfecta. Dudo, me equivoco, me caigo y muchas veces me levanto con miedo. Pero aquí sigo. Tratando de encontrar Mi voz en medio del ruido. Tratando de sanar lo que no se ve. Y tratando de convertirme, poco a poco, en la persona que quiero ser. 

No comments:

Post a Comment

  Los relatos invisibles que dieron forma a la Segunda Guerra Mundial. Cuando se habla de la Segunda Guerra Mundial, la narrativa dominante ...